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Sexo y rock and roll: la combinación perfecta.


Diego_Osorio
Cuando hablamos de rock and roll, las palabras generales para definirlo son: drogas, delincuencia, rebeldía o satanismo. No obstante, la palabra que realmente representa a este género musical es la palabra SEXO; sí, el SEXO, escrito con mayúsculas y dando énfasis, en lo posible, en sus significados de lujuria y derroche hormonal. Tirar es muy rico, lo decía Soda Stereo: Pruébalo y verás que todos somos adictos; y qué razón tenían. Y es que cuando la pasión se desborda y la bestia, con su instinto primario, hace su aparición ante la presa que está a punto de devorar, la lógica se desenchufa, provocando un cortocircuito de arrechera tenaz que incita a tocar culos y senos mientras haya fuerza. Así son las cosas, y así es el rock que representa aquellas emociones sexuales a través de una guitarra y una buena letra.

Nine Inch Nails – closer



La canción de quienes le gusta el sexo duro y sin compasión.



 El rock, por tradición, es sensualidad y porno a centenares. El origen de éste abarca los años 50’s cuando el conservatismo americano ahogaba lentamente los canales juveniles de expresión. Las buenas conductas, los ejemplos de castidad social y amor eterno era la consigna de valor que estructuraba las familias tradicionales. No obstante la llegada del rock representó para “los buenos y bondadosos” aquel bastardo que amenazó con destruir las buenas costumbres familiares. El hijo putativo de éste, el único Chuck Berry, inició con la onda destructiva de acabar con lo “bueno” y “bondadoso”, usando en sus presentaciones una guitarra eléctrica con un sonido extravagante con distorsión y haciendo un extraño paso llamado Duck Walk (Caminar de Pato) que realizaba en los escenarios mientras ronqueaba y que, por alguna razón divina, volvía locas a las chicas.

Detrás de Chuck Berry vinieron mucho más artistas contemporáneos que acompañaron el gusto por el mal gusto de la sociedad contemporánea. Los Rolling Stones, Led Zeppelin, Aerosmith o Pink Floyd representaban el estandarte de una legión de jóvenes occidentales que buscaban un cambio de 180 grados en sus vidas aburridas y sin sentido: sentían que la música rock les daba ánimo para escapar de casa y “joder” sin remordimiento.



Aerosmith - Love in Elevator



Te invita a tirar dónde sea 



El sexo: la palabra favorita de estos artistas a la hora de componer canciones. Recomendaban practicarlo durante horas y dónde fuera y con quien sea. Sabían, que hablar de métodos de reproducción tan abiertamente sería agitar las masas de la sociedad conservadora, y entre risas, vieron como éstos se estrellaban sus cabezas unos contra otros; aunque también vieron, horrorizados, cómo sus canciones eran censuradas en la radio debido a sus provocativas letras. El rock pasaba factura por su obstinación, sin embargo, esa manta de censura que lo cubrió – en la mitad de la década de los 50’s y 60’s – sirvió, paradójicamente, como impulso para que el rock floreciera entre los jóvenes, que lo usaron como medio de expresión que les permitiera decidir cómo querían desperdiciar su vida.

Ahora entendemos la razón del dicho: “lo prohibido es lo más sabroso” 



Soda Stereo – Zoom



“Quiero un zoom anatómico, quiero el fin del secreto”



Como método de expresión, el sexo es (y será) la herramienta por excelencia que usan las sociedades liberales para luchar contra la hegemonía de lo establecido por los gobiernos, y el rock, como complemento, es la jugada del ajedrez que ayuda a poner en jaque el orden social.

Todo parece encajar, de hecho hoy día, el rock y el lenguaje del sexo siguen vigente en gran parte de sus composiciones. Unos dirán que algunas canciones son machistas, otros dirán sencillamente que son técnicas comerciales que usan los artistas para vender más álbumes, el hecho es que, a quien le guste este género musical, le gusta el sexo con pasión, tal y como lo muestra la película de la bella y la bestia (y no me refiero a la película de Disney, sino a su adaptación pornográfica). Así es el orden de las cosas. 


La idea es tirar: una pequeña invitación  para lo practique todos los días.



Recuerdo mi primera vez. Tenía 14 años cuando “me descorché”. Lo hice con una amiga del barrio que mis amigos llamaban - con cariño - el Ferrocarril Parado (así, como el profesor Jirafales) por su altura, la cual daba los 1.90cm. A pesar de su altura, su cuerpo era contorneado: sus piernas eran largas y robustas y sus pechos pequeños, pero llamativos, lo que provocó que yo, siendo un niño precoz, lo fuera aún más. Y bueno, los detalles del proceso sexual lo dejaré en reserva, sin embargo les puedo asegurar que aquel derroche de perversión serían los 2 minutos más largo de toda mi infancia. Aprendía a saborear las mieles del sexo y todo gracias al rock, en especial a Guns N’ Roses, y ¿por qué? porque, en aquel entonces, ella y yo teníamos algo en común: el amor por la música rock. 


Since Have you – Guns N’ Roses (Original Skyliners) 



“yeah, we fuck” 


Una historia de mi vida que, quizá, esté relacionada con muchas más. ¿Y es que quién podrá olvidar su  primera vez? ¡Nadie lo desea!, es un momento que recordamos con cariño, algunos –como yo – lo hacemos con sentimiento y alegría, imaginándonos cargando la bandera de la “coronada” en alza y sonando de fondo We Are The Champions, mientras la capa ondea detrás.

Ahora, somos muchos quienes practicamos y hablamos de sexo con soberbia y prevención como si fuese la primera vez. No obstante, hablar de este tema en tiempos modernos aún sigue siendo un tabú en muchos países. A pesar de eso, los seres humanos actuamos bajo la sombra de la frialdad social y la imagen distorsionada, aparentando ser ángeles en un mundo de demonios y siendo cómplices de un morbo mutuo, es decir, disfrutamos del cuerpo como último territorio aún no invadido: aquel que, aparentemente, es ilegal tocar.

Es un hecho, es el instinto primario que florece a flor de piel: nuestro cuerpo busca reproducción, y el rock busca como buen amigo, romper las barreras que se oponen a esta actividad.    

El rock es la liberación de las ataduras. Además, te acompaña durante tu vida sexual. También te invita a dudar de tu sexualidad - por ejemplo - , te invita a realizar tríos, o a masturbarte a la hora que quieras: ¡lo invita es a hacer de todo! Aunque recuerde, usted es quien elige que le agrada de toda esta carreta del sexo y que no. Después de todo, el objetivo es gozarse esta vaina, acompañado claro está, por una buena rola de rock.

¡La invitación queda abierta a volverse un roquero! Es el lado oscuro del sexo (es más provocativo), además tenemos galletas de chocolate.


                                                     Still in the Night – White Snake 



Dedicada a quienes les gusta el sexo después de la fiesta


Y después no diga no le avisé. 
  

Comentarios

  1. Cómo no pensar en sexo con esta canción:
    GLORIA - THE DOORS
    https://youtu.be/xgF1StWBp2E

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